Un zumito de poesía, recién exprimida, para desayunar cada mañana. (Rico en vitaminas y antioxidantes. Muy muy nutritivo.)
martes, 6 de abril de 2010
En el umbral de mi casa (por Rabindranath Tagore)
Durante muchos años con enorme dispendio viajando por lugares innúmeros fui a ver elevadas cumbres, fui a ver océanos. Sólo que nunca me detuve a mirar ante el umbral mismo de mi casa la gota de rocío que tiembla sobre la espiga del maíz.
No sabemos si la realidad es real o fantástica. No sabemos si el universo pertenece al género realista o al fantástico. Posiblemente, todo el mundo es un sueño, toda la historia es un sueño. Ese sueño puede no ser soñado por nadie. Puede ser un sueño que se sueña a sí mismo.
De una costilla de Adán
ResponderEliminarhizo Dios a la mujer.
Le lengua le salió larga
pero lo demás ¡ qué bien !
No lo sabe el doctor, y lo sabe el labrador.
ResponderEliminarLos malvados descansan a veces. Los imbéciles no.
ResponderEliminar(DUMAS)
ResponderEliminarEsto sí que tiene ciencia:
yo dependiendo de ti
y tú de tu independencia.
No sabemos si la realidad es real o fantástica. No sabemos si el universo pertenece al género realista o al fantástico. Posiblemente, todo el mundo es un sueño, toda la historia es un sueño. Ese sueño puede no ser soñado por nadie. Puede ser un sueño que se sueña a sí mismo.
ResponderEliminarYa están definitivamente quietas:
ResponderEliminarhoy se fueron enfriando entre las mías
y no hubo nadie más para estrecharlas.
Qué milagro tan tierno en sus caricias.
Porque aquellas dos manos delicadas,
las temblorosas manos del anciano
que era huérfano y pobre desde niño,
y se crió con hambre y abandono
y vivió el desamparo de las lágrimas,
esas manos cansadas ya y enfermas,
transmitían lo más inesperado:
ofrecían el más puro cariño,
el necesario y limpio amor que siempre
le fue negado a él desde la infancia.
(MARIO MÍGUEZ)