domingo, 25 de abril de 2010

Llévame en tu espiral (por Lorenzo Oliván)

Quisiera perseguir lo que persigues,
ver las curvas del aire desde dentro
-el alma de qué piel-,
tocarlas como a un cuerpo que se forma
delante de mis propias manos ávidas
y dar salida al insistente ritmo
de la vida que brota
en sucesión
sin fin.
¿Persiste en este mundo
el aliento primero, el de su origen?
¿La inicial ebriedad de las esferas
se mira ahora en ebriedad de alcohol,
y de música humana
y de tabaco?
Sensual constelación
del humo acariciándose,
abstraído de sí,
fundido en son de jazz,
sé tú mi órbita.
Llévame en tu espiral, envuélveme
en tu armonioso anillo, álzame al ala
intacta, en que adivine
una nueva versión del paraíso,
abierto a un acuciante desear,
donde el soplo de dios vibra en un saxo
y alguien busca
y encuentra
tu amor
serpiente.

6 comentarios:

  1. Las convicciones son más peligrosas enemigas de la verdad que las mentiras. (NIETZSCHE)

    ResponderEliminar

  2. No me digas que no beba,
    no vaya a ser que otro día
    quiera beber y no pueda
    porque me falte alegría.

    ResponderEliminar

  3. Estoy en condiciones de prever que, antes o después, pasará algo imprevisto.

    ResponderEliminar
  4. Desde que tú no me quieres,
    más quiero a los animales.
    Y el animal que más quiero
    es el buitre carroñero.

    ResponderEliminar
  5. Dejar de vivir no admite otro grado mayor, no permite un paso más. La ausencia de vida es el nivel máximo, la culminación de algo. Ningún muerto está más que muerto. Ningún muerto está muertísimo.



    (RAFAEL BALDAYA)

    ResponderEliminar

¿Te gustó el poema seleccionado? ¿Crees que merece estar en zUmO dE pOeSíA?

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.