Y sentía tu alma pulcra y triste
como sientes la luna que se desliza calladamente
detrás de los visillos corridos.
Y sentía tu alma pobre y encogida,
como un mendigo, con la mano tendida delante de la puerta,
sin atreverse a llamar y entrar,
y sentía tu alma frágil y humilde
como una lágrima vacilando en el borde de los párpados,
y sentía tu alma ceñida y húmeda por el dolor
como un pañuelo en la mano en el que gotean lágrimas,
y hoy, cuando mi alma quiere perderse en la noche,
solamente tu recuerdo lo detiene
con invisibles dedos de fantasma
Tan acompañado por tu ausencia. Tan lleno estoy de vacío.
ResponderEliminarHijo agradecido, aún no ha nacido.
ResponderEliminarLo que es digno de hacerse, es digno de hacerse bien.
ResponderEliminarEl escritor no merece más recompensas ni privilegios que los que merece el zapatero por hacer sus zapatos.
ResponderEliminar(GARCÍA MÁRQUEZ)
ResponderEliminarComo barquito en la mar
navegando entre vaivenes,
así está mi corazón
cuando te llamo y no vienes.
ResponderEliminar¿Hay algo, pregunto yo,
más noble que una botella
de vino bien conversado
entre dos almas gemelas?
(NICANOR PARRA)
Nada es seguro;
ResponderEliminarnada es incuestionable.
Esto tampoco.
(RAPHAEL BALDAYA)
GAFAS PERDIDAS.
ResponderEliminarNecesito mis gafas para encontrar mis gafas.
He ahí un vicioso círculo.
ResponderEliminar"Bebo para olvidar que bebo", decía el alcohólico de El Principito.