Un zumito de poesía, recién exprimida, para desayunar cada mañana. (Rico en vitaminas y antioxidantes. Muy muy nutritivo.)
lunes, 20 de septiembre de 2010
Di, silencio (por José Saramago)
El de hoy no era un día de palabras, de poemas intentados o discursos. De los caminos, ninguno era el nuestro. Para decirnos bastaba un acto sólo, y ya que en las palabras no me salvo, di, silencio, por mí lo que no puedo.
El viaje nunca acaba. Hay que ver lo que ya se vio, ver en primavera lo que se vio en verano, ver de día lo que se vio de noche, con sol donde antes había lluvía, ver el sembrado verde, el fruto madurado, la piedra que cambió de sitio, la sombra que no estaba allí.
Recogió la cabeza de la serpiente con la hoja del machete, se fue a un lado y empezó a cavar un agujero. -¿Por qué la entierras? - pregunté. - Esto lo tienes que recordar. La cabeza de la serpiente sigue siendo peligrosa incluso después de habérsela cortado. Alguien podría pisarla y entonces quedar envenenado igual que si lo hubiera mordido una serpiente viva. Siempre hay que enterrarla muy hondo, y preferiblemente lejos de los caminos.
DI, SILENCIO, POR MÍ LO QUE NO PUEDO.. Joder, qué frase.
ResponderEliminarQuien no come después de harto, no trabaja después de cansado.
ResponderEliminarLa otra tarde en la plazuela
ResponderEliminarun borrico rebuznó,
y uno que lo oyó decía:
"Este canta como yo".
ResponderEliminarDebilidad es el llanto, y la ira otro tanto.
ResponderEliminarCon los sentidos
y creyendo en ellos
voy por la vida.
(CUQUI COVALEDA)
ResponderEliminarTodo lo desgasta el tiempo,
hasta la roca más dura,
hasta el amor que te tengo.
ResponderEliminarEl viaje nunca acaba. Hay que ver lo que ya se vio, ver en primavera lo que se vio en verano, ver de día lo que se vio de noche, con sol donde antes había lluvía, ver el sembrado verde, el fruto madurado, la piedra que cambió de sitio, la sombra que no estaba allí.
(SARAMAGO)
La plaga éramos nosotros.
ResponderEliminar(BRADBURY)
Año nuevo es cada 1 de enero.
ResponderEliminarNuevo año es el que empiezas cada cumpleaños.
Recogió la cabeza de la serpiente con la hoja del machete,
ResponderEliminarse fue a un lado y empezó a cavar un agujero.
-¿Por qué la entierras? - pregunté.
- Esto lo tienes que recordar. La cabeza de la serpiente sigue siendo peligrosa incluso después de habérsela cortado.
Alguien podría pisarla y entonces quedar envenenado igual
que si lo hubiera mordido una serpiente viva. Siempre hay que enterrarla muy hondo, y preferiblemente lejos de los
caminos.
(WOLE SOYINKA)