También tú me abandonas mi última mujer
te amé te amo aún y me despido ahora
Ven y no mires atrás donde yo no estaré
yo ya no sé decir adiós Me quedo solo
Errante continúo mi marcha hacia los árboles
que gimen en la noche y me comprenden
Me has creído inhumano y te apartas de mí
Gracias mujer por tus noches profundas
Los días nos separan y con su espada cruel
abaten el amor y su sagrado reino
Te di mi corazón No te di mi cabeza
perdóname si mis caricias ávidas
te han gastado la piel perdóname
por el roto violín de mis besos mujer.
Yo ya no se decir adiós...me quedo solo errante continuo mi marcha hacia los árboles que gimen en la noche y me comprenden...
ResponderEliminarComo me encajan de bien estos versos...como los comprendo...
Un abrazo,
Kike
Al arcón de Emilia le saltan los cerrojos
ResponderEliminary un surtidor de zumo nos empapa
la entretela que asoma por los ojos.
Y va pa dentro,
rezumando jordanes
de sentimiento.
Gracias mil, Trovador y Anónimo (F.), por vuestros mensajes: por vuestra prosa y vuestro verso. Y mañana, más.
ResponderEliminarEl tiempo y el desengaño
ResponderEliminarson dos amigos leales,
que despiertan al que duerme
y enseñan al que no sabe.
ResponderEliminarEl mayor éxito de la Medicina fue la exclusión de la "homosexualidad" del catálogo de patologías médicas. Al dejar de ser una enfermedad, millones de personas se curaron en un solo día.
ResponderEliminarLa moda es una forma de fealdad tan intolerable que nos vemos obligados a cambiarla cada seis meses.
(WILDE)
ResponderEliminarEl amor y la tos no pueden ocultarse.
(proverbio toscano)
Traicionado el amor, ya todo es nada.
ResponderEliminar(MARIO MÍGUEZ)
ResponderEliminarEl alma tiene ilusiones como el pájaro alas; y eso es lo que la sostiene.
(HUGO)