lunes, 9 de mayo de 2011

Triunfar, triunfar, triunfar (por D. H. Lawrence)

Me parece que durante cinco mil años por lo menos
los hombres han querido triunfar, triunfar, triunfar,
triunfar sobre sus iguales, triunfar sobre los obstáculos,
triunfar sobre lo malo,
hasta que ahora la palabra misma es nauseabunda, no la
podemos oír más.

Si miráramos en nuestros corazones, veríamos
que detestamos la idea del triunfo,
que estamos asqueados de ella.

15 comentarios:

  1. ¿A qué corazones de qué personas se estará refiriendo el poeta? Que detestan la sola idea del triunfo, que están asqueados del poder...
    Inmersos en la ciénaga electoral; indignados porque nos tomen por imbéciles, no puedo por menos que pensar cuán ilusos pueden llegar a ser los poetas...

    PD.- Emilia, estos días voy a estar muy cerquita de tu vera, sentadito en los cascotes de Medina Azahara. Digo.

    ResponderEliminar
  2. F, fíjate la clase de sociedad y de mundo que hemos hecho, que la palabra "competente", en el sentido de profesional que hace bien su trabajo, significa literalmente "que compite", o sea, que lucha y pelea. ¿Por qué será que, pudiendo hacer un mundo agradable y vivible, lo hacemos tan duro, tan áspero, tan difícil?

    F, me alegro siempre de leer tus comentarios.

    ResponderEliminar
  3. A medida que el clima se hace más hostil; cuando la intemperie nos hiela el corazón; cuando el verbo se hace ladrido y hasta de los rayos del sol hay que precaverse, nos queda el castillo inexpugnable de la mente.
    De un tiempo a esta parte, lo he ido amueblando y dotándolo de aquello que hace confortable una vida llena sentido: mis libros, mis discos, mis pinturas, los aperos del campo, algunos caldos de la tierra, la tierna compañía...
    Y siempre, siempre, el fiel pensamiento que me acompaña y hace
    que despliegue una novela con sólo reparar en el ala rota de un pájaro, o en la ranura que recorre la tapia de un camposanto, o cuando el timbre de una voz me devuelve a un pasado más feliz.
    Retiro el puente levadizo cuando arrecia el temporal y lo bajo cuando escampa.

    PD.- Feliz inicio de semana, Emily.

    ResponderEliminar
  4. Por cierto, F., que nuestro comúnmente admirado Stefan Zweig ha sacado nueva novela (o relato largo). Bueno, ojalá fuera así, pues Zweig lleva varias décadas muerto, pero la editorial Acantilado acaba de publicar la traducción al español de una obra de S. Z. inédita en nuestro idioma. Se titula "Los milagros de la vida". Yo la he devorado este fin de semana. No es lo mejor de S. Z., pero sin duda vale la pena, como todo lo suyo.

    ResponderEliminar
  5. No dejes de leer "Castellio contra Calvino", de nuestro autor. Es el más vibrante alegato a favor de la libertad de conciencia que haya leído.
    Estos días leo unas memorias de su primera mujer, Friederike Zweig (Ed. Papel de liar). No es muy ameno pero desvela cosas de su intimidad con Zweig que sólo ella puede describir.

    PD.- Voy a estar ausente un tiempo. Un beso.

    ResponderEliminar
  6. F, ya leí "Castellio contra Calvino" y me gustó mucho. Es curioso ese personaje de Miguel Servet, de origen español pero del que apenas se habla en nuestro país. También es llamativo que Calvino, que inicialmente sufrió persecución por la jerarquía eclesiástica, instaurase después, en Suiza y otros territorios calvinistas, una especie de Inquisición peor que la propia Inquisición católica. Bueno, en realidad esto no es tan raro, pues la propia Iglesia católica, perseguida por el imperio romano, se convirtió tras Constantino y Teodosio en institución perseguidora.

    Echaréte de menos, amigo F.

    ResponderEliminar
  7. Abogado, individuo de cuidado.

    ResponderEliminar
  8. El éxito en la vida se mide por lo que a uno le quieren.

    ResponderEliminar
  9. Las torres elevadas
    están expuestas
    a recibir el golpe
    de las tormentas.
    Porque los rayos
    suelen caer en los sitios
    más elevados.

    ResponderEliminar

  10. Bombas cayendo.
    Pulso el mando a distancia.
    Cesa el ataque.

    (CUQUI COVALEDA)

    ResponderEliminar

  11. Las cosas le pasan a quien sabe contarlas.

    ResponderEliminar


  12. LAS COSAS LE PASAN A QUIEN SABE CONTARLAS

    (PAUL AUSTER)

    ResponderEliminar


  13. Al entregarme
    la compra el carnicero,
    sangre en las uñas


    (SUSANA BENET)

    ResponderEliminar

  14. Los verdaderos amores
    se juntan de tiempo en tiempo.
    Los que se ven cada día
    se mueren de aburrimiento.

    ResponderEliminar

  15. Mal amigo y mal amor, olvidarlos es mejor.

    ResponderEliminar

¿Te gustó el poema seleccionado? ¿Crees que merece estar en zUmO dE pOeSíA?

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.