A fuerza de mudarme
he aprendido a no pegar
los muebles a los muros,
a no clavar muy hondo,
a atornillar sólo lo justo.
He aprendido a respetar las huellas
de los viejos inquilinos:
un clavo, una moldura,
una pequeña ménsula
que dejo en su lugar
aunque me estorben.
Algunas manchas las heredo
sin limpiarlas,
entro en la nueva casa
tratando de entender,
es más,
viendo por dónde habré de irme.
Dejo que la mudanza
se disuelva como una fiebre,
como una costra que se cae,
no quiero hacer ruido.
Porque los viejos inquilinos
nunca mueren.
Cuando nos vamos,
cuando dejamos otra vez
los muros como los tuvimos,
siempre queda algún clavo de ellos
en un rincón
o un estropicio
que no supimos resolver.
Desgraciado el país que necesita héroes.
ResponderEliminar(BERTOLT BRECHT)
Hombre casado, hombre acabado.
ResponderEliminar
ResponderEliminarNunca oscurece donde se ama.
(proverbio de Burundi)
ResponderEliminarNo digas "domine meo",
que es un término muy feo.
Di mejor "domine orino",
que es un término más fino.
ResponderEliminarHuye de los libros escritos para que se reconozca cuánto sabía su autor.
(GOETHE)
ResponderEliminarSi tu casa se quemara,
y en tu culo un avispero,
y tu mujer con un fraile,
¿dónde irías lo primero?
Las alas se atrofian si no se usan.
ResponderEliminar(EDER)
A la taula i al llit al primer crit.
ResponderEliminar