martes, 13 de marzo de 2012

La orquesta de los pájaros (por Leonard Cohen)

Ahí los tienes:
la orquesta de los pájaros miméticos,
su falsificación aleatoria
de ruidos robados al azar,
sus trinos de fantoches aplicados.

Ocultos en las ramas,
fugados al calor de primavera,
con su negrura de augurio,
con su memoria de organillo mecánico,
leyendo partituras
escritas en el aire,
su ser para la nada,
su canto cristalino y cacofónico,
conforme al algoritmo del quién sabe,
payasos musicales portentosos,
tensando la mañana con el arco
de su garganta pura y desquiciada.

Ahí los tienes de nuevo, y aquí tú:
los artesanos de lo etéreo,
nuestras alas de cera,
el canto dado a nadie
y porque sí.

8 comentarios:

  1. Pero no, seguro que los pájaros cantan para algo y para alguien. Otra cosa es que no sepamos interpretarlo. Nos creemos que sólo existe nuestro lenguaje y nuestra música; pero no , no es así. Hay otros lenguajes, hay otras músicas, hay otras lógicas distintas de las nuestras. Hay otros mundos, hay otros sentidos. Algunos animales, como las aves migratorias, llevan de serie un geolocalizador, una especie de GPS en su cerebro que les permite percibir el campo magnético terrestre. Por eso se orientan maravillosamente. A nosotros nos es difícil o imposible lo que para ellos es fácil. (Igual que a nosotros nos es fácil hablar o escribir y a ellos no.) Somos antropocéntricos y juzgamos todo el universo, toda la naturaleza, toda la vida, con nuestra engreída micromente. Ah, pero es posible que, cuando nosotros nos vayamos de aquí, ellos sigan en el mundo. Y yo me iré y se quedarán los pájaros cantando.

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  2. LA PHRASE LAPIDARIA8 de mayo de 2012, 19:23

    Casi ningún resultado está a la altura del esfuerzo que cuesta conseguirlo.

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  3. Más quiero yo un desengaño
    que me confunda,
    mejor que vivir penando
    con una duda.

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  4. El dinero es como el agua salada. Cuanto más se bebe, más sed se tiene.

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  5. Un hombre puede ser más astuto que otro, pero no más astuto que todos los demás.

    (proverbio estadounidense)

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  6. No importa dónde estás, sino quiénes te rodean.

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  7. Mi corazón se siente satisfecho

    de haberte amado y nunca poseído;

    así tu amor se salva del olvido

    igual que mi ternura del despecho.



    Jamás te vi desnuda sobre el lecho,

    ni oí tu voz muriéndose en mi oído;

    así ese bien fugaz no ha convertido

    un ancho amor en un placer estrecho.



    Cuanto el deleite suma a lo vivido

    acrecentado se lo resta el pecho,

    pues la ilusión se va por el sentido.



    Y en ese hacer y deshacer lo hecho,

    sólo un amor se salva del olvido,

    y es el amor que queda insatisfecho.

    (JOSÉ ÁNGEL BUESA)

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