Amé. Es incomprensible como el temor de los árboles.
Ahora estoy extraviado en la luz pero yo sé que amé.
Yo vivía en un ser y su sangre se deslizaba por mis venas y
la música me envolvía y yo mismo era música.
Ahora,
¿quién es ciego en mis ojos?
Unas manos pasaban sobre mi rostro y envejecían dulcemente.
¿Qué fue existir entre cuerdas y olvidos?
¿Quién fui en los brazos de mi madre,
quién fui en mi propio corazón?
Es extraño: solamente he aprendido a desconocer y olvidar.
Es extraño:
todavía el amor
habita en el olvido.
¿Quién fuimos en los ojos de la persona que nos amó? Sin duda otro distinto de nosotros, del verdadero nosotros. Porque no somos nosotros, exactamente nosotros, para los demás. Y ni siquiera para nosotros mismos somos el que somos realmente.
ResponderEliminarSomos ramas de un mismo árbol, podemos ser tantos como los ojos que nos miren y de la manera que lo hagan , en el olvido no habita nada , solo quien recuerda sus sueños o tuvo que enfrentarse al diablo tiene conocimiento aproximado de quien y que puede ser.
ResponderEliminarBlue Velvet, trata la realidad sobre quien somos
Aceptación, respeto, confianza, gratitud, adoración, recepción.
Lost For you
Un reloj parado da, dos veces al día, la hora exacta.
ResponderEliminarYo te quería,
ResponderEliminarya no te quiero:
que hay en la plaza
género nuevo.
Las pasas son uvas octogenarias.
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ResponderEliminarLas actitudes son más importantes que las aptitudes.
(CHURCHILL)
Ni Moratín
ResponderEliminarni Jovellanos leen
a Jean Paul Sartre.
(CUQUI COVALEDA)
ResponderEliminarSe tropieza más con las piedras pequeñas que con las grandes.