martes, 3 de julio de 2012

Sobre Europa no hay más que sangre (por Blas de Otero)



Con la sangre hasta la cintura, algunas veces
con la sangre hasta el borde de la boca,
voy avanzando
lentamente, 

con la sangre hasta el borde de los labios
algunas veces,
voy avanzando sobre este viejo suelo, sobre
la tierra hundida en sangre,
voy avanzando lentamente, hundiendo los brazos
en sangre,
algunas veces tragando sangre,
voy sobre Europa
como en la proa de un barco desmantelado
que hace sangre,
voy mirando, algunas veces,
al cielo bajo,
que refleja
la luz de la sangre roja derramada,
avanzo muy penosamente, 

hundidos los brazos en espesa sangre,
es
como una esperma roja represada,
mis pies
pisan sangre de hombres vivos
muertos,
cortados de repente, heridos súbitos,
niños
con el pequeño corazón volcado, voy
sumido en sangre
salida,
algunas veces
sube hasta los ojos y no me deja ver,
no veo más que sangre,
siempre sangre,
sobre Europa no hay más que
sangre.

Traigo una rosa en sangre entre las manos
ensangrentadas. Porque es que no hay más
que sangre,

y una horrorosa sed
dando gritos en medio de la sangre

9 comentarios:

  1. con tantos como se han matado unos a otros y otros a unos, lo raro es que aún quedemos gente.

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  2. LA PHRASE LAPIDARIA26 de julio de 2013, 19:18

    El color carne es el único que es diversos colores.

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  3. Genial, Phrase: un color de muchos colores.

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  4. El que juega con el tabernero
    o está loco o le sobra el dinero.

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  5. El ladrón sin ocasión para robar, se cree un hombre honrado.

    (proverbio hebreo)

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  6. Muere Colón
    sin saber qué carajo
    ha descubierto.

    (CUQUI COVALEDA)

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  7. Jacinta, el horno humano
    delira si sube a los 42 grados.
    Fíjate, Jacinta, que la buena marcha
    exige 37 grados en la lengua que habla,
    en el riñón que filtra,
    en la uña que araña,
    en el cerebro que maquina
    y en el titulado corazón que ama.
    ¡Jacinta!:
    Quien sube a los cuarenta, delira.
    ¡Jacinta, por Dios, un paño embebido de agua fría!

    (MORENO VILLA)

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  8. Tiran los árboles
    de tu cuello, jirafa,
    hasta alargártelo.

    (CUQUI COVALEDA)

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  9. Recógete el negro pelo,

    que no lo acaricie el aire

    porque del aire me encelo.

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