Un zumito de poesía, recién exprimida, para desayunar cada mañana. (Rico en vitaminas y antioxidantes. Muy muy nutritivo.)
viernes, 10 de agosto de 2012
En este instante (por Chantal Maillard)
Un hombre es aplastado.
En este instante.
Ahora.
Un hombre es aplastado.
Hay carne reventada, hay vísceras,
líquidos que rezuman del camión y del cuerpo,
máquinas que combinan sus esencias
sobre el asfalto: extraña conjunción
de metal y tejido, lo duro con su opuesto
formando ideograma.
El hombre se ha quebrado por la cintura y hace
como una reverencia después de la función.
Nadie asistió al inicio del drama y no interesa:
lo que importa es ahora,
este instante
y la pared pintada de cal que se desconcha
sembrando de confetis el escenario.
Tuerzo la esquina. Apresuro el paso. Se hace tarde y aún no he almorzado.
El escritor, hablando, suele empeorar lo que ha escrito.
ResponderEliminar(ANDRÉS TRAPIELLO)
En todas partes del mundo
ResponderEliminarsale el sol por la mañana;
y a mí me sale de noche
cuando miro a tu ventana.
Según te veo el hato, así te trato.
ResponderEliminar
ResponderEliminarVamos en círculo.
Por eso no llegamos
a sitio alguno.
(RAFAEL BALDAYA)
ResponderEliminarLa burla y el ridículo son, entre todas las injurias, las que menos se perdonan.
(PLATÓN)
Escalamos el suelo
ResponderEliminara pie.
Solos o juntos,
sin abrigo ni guía, suelo adentro,
pasos arriba.
Seguimos, nos perdemos
y sobre el suelo plano
se suceden aludes y refugios.
A veces en la sima
del sueño coronamos
una verdad posible:
cada paso es la cumbre.
(ÁLVARO TATO)
ResponderEliminar¡Tan fácil imaginar todo sin mí!
Otro niño en la mesa que ocupé en el colegio. Alguien (no yo) en aquella casa. Otro o ninguno donde estoy ahora…
Nadie no está. Nadie hay ausente. Nadie es echado en falta.
No un volumen vacío. Ningún hueco con mi forma.
Y nadie que debiera estar aquí. Nadie que, debiendo venir, no vino.
(SAIZ DE MARCO)