La lenta máquina del desamor,
los engranajes del reflujo,
los cuerpos que abandonan las almohadas,
las sábanas, los besos,
y de pie ante el espejo interrogándose
cada uno a sí mismo,
ya no mirándose entre ellos,
ya no desnudos para el otro,
ya no te amo,
mi amor.
... y no sabremos si besarnos en la cara o en los labios (como dice la canción).
ResponderEliminarAfortunadamente hay otra máquina, la del amor, que a partir de ese momento, otra persona puede poner en movimiento. ¿Afortunadamente?...
ResponderEliminarFue esta noche.
ResponderEliminarSe abrió el diente de león.
Nadie miraba.
(ARCE)
Mi mare me lo decía:
ResponderEliminarno quieras a esa mujer.
Mira si te conocía...
Todo éxito es un malentendido.
ResponderEliminar(CIORAN)
ResponderEliminarConejos, topos.
Secretas galerías
bajo la tierra.
(CUQUI COOVALEDA)
ResponderEliminarHasta al hombre más paciente le viene su "de repente".