apagadas cigarras, unos grillos apenas,
defienden el reducto
de un verano obstinado en perpetuarse,
cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste.
Se diría que aquí no pasa nada,
pero un silencio súbito ilumina el prodigio:
ha pasado
un ángel
que se llamaba luz, o fuego, o vida.
Y lo perdimos para siempre.
Aunque la puerca sea rucia
ResponderEliminary la tengan en la villa
y la alimenten con leche,
siempre es negra la morcilla.
ResponderEliminarA pesar de mis treinta años de investigación del alma femenina, todavía no soy capaz de responder a la gran pregunta que nunca ha sido contestada. ¿Qué es lo que quiere una mujer?
(FREUD)
ResponderEliminarEl amor eterno dura tres meses.
ResponderEliminarMás vale pan con amor que gallina con dolor.
ResponderEliminarDe cloro, sodio,
hidrógeno y oxígeno
todas las lágrimas.
(RAFAEL BALDAYA)