Que mires atrás una sola vez
para saber que aún no te persigues.
Que encuentres la alegría de perderte,
la certeza fugaz de no estar muerto,
alguien que te acompañe
y cosas que sucedan.
Que sigas. Que te pares.
Que nunca des contigo.
Y que tu patria sea ese lugar
al que no llegarás.
Memorable poema.
ResponderEliminarEn otro orden de cosas, gracias a este autor descubro que el Tato, el famoso Tato, existe. No es invento de Rajoy. Qué cosas.
de donde salen estos comentaristas?
ResponderEliminarOjos nuevos para los nuevos tiempos, miradas cargadas de renovada intención ante los nuevos significantes de las cosas cotidianas que ahora se nos revelan en su justa identidad. Toca limpiar los desvanes, arrojar al fuego los viejos maniquíes decapitados..., ver si entre tanto folletín y pliego de cordel hay alguna joya que rescatar de las telarañas. Y si vemos colgando de un clavo el viejo trabuco del abuelo, no caer en la tentación de llevarlo a la armería a que le corrijan el punto de mira dislocado: cinco dedos en cada mano, la férrea voluntad y la frente por ariete.
ResponderEliminarEs una alegría perderse en estos versos!!!
ResponderEliminarLa rosa del azafrán
ResponderEliminares una flor elegante.
Nace cuando sale el sol
y se muere al caer la tarde.
Para mí, escribir un poema es como resolver un crucigrama: las leyes de la rima te van llevando y así disimulas la falta de grandes ideas.
ResponderEliminar(SABINA)
Causa melancolía comprobar que la vida es demasiado corta para tantas bibliotecas.
ResponderEliminar(CORTÁZAR)
El sacrificio
ResponderEliminarde callar. El valor
de no decirlo.
(CUQUI COVALEDA)
ResponderEliminarEs imposible que de un debate salga la luz, porque en él la defensa del criterio propio y la pasión por replicar al interlocutor prevalecen siempre sobre toda búsqueda de la verdad.
ResponderEliminarLas malas noticias llegan volando, pero las buenas van cojeando.