Con pie lento anduviste por mi vida,
dolor de aquellos tiempos,
y nunca terminabas de pasar.
Días que eran la noche,
años empantanados en las aguas
de un presente ofuscado y sin salida.
Perplejo aún, puedo afirmar ahora
que al fin no te marchaste,
ni te apagaste porque te extinguieras,
sino que por amor, por gracia pura,
fuiste transfigurado
en alegría misericordiosa
sin que yo en un principio lo advirtiese.
¿Cómo pudo ocurrir aquel prodigio
de que al llegar a un punto, a tal momento,
tú ya no fueras tú
y fueras justamente tu contrario?
Qué enigmático es todo, qué aventura
esta ignorancia ciega del vivir.
Cuando salí de mi pueblo
ResponderEliminarde nadie me despedí,
sólo de los tristes montes
por donde llorando fui.
ResponderEliminarMuerto el hombre más celebrado, a la semana ya está olvidado.
ResponderEliminarAbeja ¿reina?,
no te dejan volar.
"-Tú a poner huevos".
(CUQUI COVALEDA)
ResponderEliminarTodito el mundo me dice
que te olvide y no te quiera.
Y yo le digo a to el mundo:
-Cuando me coma la tierra.
ResponderEliminarObra de modo que merezcas a tu propio juicio y a juicio de los demás la eternidad, que te hagas insustituible, que no merezcas morir, y si es la nada lo que nos está reservado, hagamos que morir sea una injusticia.
(UNAMUNO)
El cigarro que tiraste
ResponderEliminarcomo un loco lo besé:
mira tú qué disparate.