martes, 26 de noviembre de 2013

Por nuestros no paseos (por Marina Tsvietáieva)


Me gusta que Usted no esté enfermo por mí

y que yo tampoco me enferme por Usted,

que nunca el pesado globo de la tierra

se escurra bajo nuestros pies.

Me gusta que pueda ser ridícula, perversa

y buscar palabras adecuadas

y no ponerme roja con ola sofocante

si apenas nuestras mangas se rozaran.


Me gusta que delante de mí Usted pueda abrazar

tranquilamente a otra mujer,

no me condeno a arder en el infierno

por no besarle a Usted.

Y que mi cariñoso nombre, mi Cariño

no recuerde ni en la noche ni en el día…

que nunca sobre nosotros, en el silencio de la catedral,

cantarán el Aleluya.


Gracias a Usted -con mi mano sobre el corazón-

que no sabe lo mucho que me ama:

por mis noches tranquilas,

por los encuentros de las crepusculares horas,

por nuestros no paseos bajo la luna,

por el sol que no existe encima de nosotros,

por el dolor que no siente, lamentablemente, Usted por mí,

por el dolor que yo no siento, lamentablemente, por Usted.

5 comentarios:

  1. Dejo esta curiosidad leída en con-miga.blogspot.com:

    Un verdadero poeta no debería
    afanarse por llegar a fin de mes
    mirar extractos de su cuenta corriente
    escoger el colegio de sus hijos
    invertir en la bolsa de valores
    hacer la compra en el supermercado
    ir al banco a pedir una hipoteca
    multiplicar
    dividir
    restar
    sumar
    examinarse del carné de conducir
    llevar el coche a pasar la ITV
    hacer la declaración de la renta
    tapizar dos sillones y un sofá
    intentar arreglar el grifo roto
    ese grifo del baño que gotea
    Un verdadero poeta no debería
    tiznarse de materia y practicismo
    impregnarse de agenda y calendario
    salpicarse de ruido mundanal


    Antes bien
    un verdadero poeta debería
    sentir
    y sentir sólo para luego
    en abstracto expresar lo que ha sentido


    Con lo cual convendréis que es muy difícil
    que haya poetas auténticos
    reales
    que haya puros poetas
    de verdad.



    Saiz de Marco.

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  2. Cuando apuntas con un dedo, recuerda que otros tres dedos te señalan a ti.

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  3. Yo pronuncio tu nombre
    en esta noche oscura
    y tu nombre me suena
    más lejano que nunca.

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  4. La listeza es la inteligencia degradada por la astucia, la trampa, la codicia, la gorronería y la moral del sálvese quien pueda.

    (JOSÉ ANTONIO MARINA)

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