martes, 21 de enero de 2014

Cuando la oscuridad (por Joan Margarit)


La abadía de piedra se levanta

bajo el sol de un mediodía de verano.

Visitantes en grupos respetuosos

exploran los espacios enormes y perdidos,

reconstruidos y bien iluminados.

Pero es un cadáver. Aquí sólo hubo vida

cuando la oscuridad, desde las bóvedas,

se iba deslizando hacia los muros.

Monjes encapuchados convertidos

en tierra roja bajo algún viñedo,

alzaban otras estructuras

en su mente, lo hacían con el lujo

de una idea de Dios ya desaparecida.


Restaurar significa embalsamar

un cadáver de piedra con las noches de agosto,

veraneantes, pantalones blancos,

focos iluminando muros con luz rasante.

Soy viejo y no deseo que se me reconstruya.

Conozco bien mi oscuridad,

las brasas, las antorchas:

no hay otra claridad que la del propio fuego.

Monjes encapuchados lo sabían.

4 comentarios:


  1. Cambiar es ganarle una batalla a la costumbre.

    (MORAND)

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  2. Desde el arbusto
    las flores nuevas miran
    a las caídas.

    (FRUTOS SORIANO)

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  3. Si supiéramos dónde nos metemos, nunca haríamos nada.

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  4. Lo que quisiera yo no es acordarme
    Es colgarme apoyarme aferrarme abrazarme
    sentarme encima de las viejas horas
    casi aplastarlas
    es cabalgarlas yo y que me lleven ellas
    volver a viajar en su viaje
    sacarlas ya de ese bolsillo
    donde las guardo a oscuras viviendo de migajas
    y que me digan siempre interminablemente
    que no se van a ir
    que estamos juntos para siempre
    que no me van a dejar solo
    y sobre todo por piedad que digan
    que nunca me engañaron
    ni me engañarán nunca
    Que vivir era eso

    (TOMÁS SEGOVIA)

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