Armónico murmullo de las hojas
en el aire tranquilo de la tarde,
agudo y leve canto de los pájaros,
pequeñas, palpitantes flechas vivas;
aroma silencioso de las flores,
hondura transparente del crepúsculo.
Escucha, siente, mira, goza, aprende:
todo esto tiene que morir, y canta.
Todo tiene que morir pero lo ignora. Todo se cree -se sabe- inmortal, salvo nosotros. Aun así hay que cantar. La muerte no se merece nuestra tristeza.
ResponderEliminarMe gustó mucho . A ver si ponéis algo de Sylvia Plath
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ResponderEliminarA los catorce
todo el tiempo ya con un
disfraz de adulto.
ResponderEliminar¿Cómo saber
-cerebros en formol-
lo que hubo dentro?
(CUQUI COVALEDA)
Anda un poco equivocao
ResponderEliminarel médico con tu madre.
Él dice que tiene azúcar
y lo que tiene es vinagre.