Cuántos mares se anegan en la arena,
cuánta arena endurecida en la piedra,
cuánto tiempo plañido en la trompa sonora
de las caracolas,
cuánta desolación de muerte
en los ojos perlinos de los peces,
cuántas trompetas de la aurora en los corales,
cuántas pautas estelares en el cristal,
cuántos gérmenes de hilaridad en la laringe de las gaviotas,
cuántas hebras de añoranza
recorren las trayectorias nocturnas de las constelaciones,
cuánta fecunda madre tierra
para las raíces de la palabra:
tú—
detrás de todas las rejas de los misterios
que se derrumban
tú—
Si no tienes cimientos, no puedes tener torre.
ResponderEliminarNi primavera sin flores ni verano sin calores.
ResponderEliminarSi crees que a dentelladas cazarás un jabalí, entonces será él el que te cace a ti.
ResponderEliminar
ResponderEliminar¿Quién diseñó
los pulpos, las gaviotas,
los hipopótamos?
(CUQUI COVALEDA)
ResponderEliminarQuien vive sin locura no es tan sabio como él cree.
(LA ROCHEFOUCAULD)
A menudo castiga Dios con lo que da y premia con lo que niega.
ResponderEliminar