Una desconocida que amo y que me ama,
y que en cada ocasión no es por entero ella
ni es por entero otra, y me ama y me comprende.
Porque ella me comprende, y así mi corazón,
claro para ella sola, ya no es un enigma,
para ella sola, ay, y el sudor de mi rostro
ella sola lo sabe enjugar mientras llora.
¿Es rubia, pelirroja, morena? No lo sé.
¿Su nombre? Mi recuerdo es que es dulce y sonoro
como el de mis amados que desterró la Vida.
Sus ojos se parecen a los de las estatuas,
y su voz, que es serena, lejana y grave, tiene
la inflexión de otras voces queridas que han callado.
Ya te has dormido,
ResponderEliminarmas tu mano despierta
aún me acaricia.
(SUSANA BENET)
ResponderEliminarCuando otro sufre, es madera que sufre.
(proverbio húngaro)