miércoles, 12 de noviembre de 2014

Llave de niebla (por Fernando Ortiz)


Nunca sabremos nada sobre el tiempo.

Ya cobija la cuna en suave sombra,

ya con su sombra oscura cubre al hombre.

Quizás acerca de esto las palabras

poco puedan decir. ¿Dónde la llave

de niebla que entreabría la mañana?

Era entonces eterno ese mañana

y ni siquiera preocupaba el tiempo

a quien creía poseer la llave

para abrirnos las puertas de la sombra.

-Nada nos preocupaban las palabras

propias de la miseria de los hombres-

¿Mas por qué esa miseria que a los hombres

disuade de esperar en el mañana?

¿Y esa desconfianza en las palabras

mayor aún cuanto menor el tiempo

de gozar de las luces y las sombras

antes que nos encierren bajo llave?

He intentado saber cuál es la llave

que nos descubra que por qué los hombres

se resignan al reino de la sombra

antes de que se extinga su mañana.

Años hace pensé: cuestión de tiempo;

cuestión de libros, años y palabras.

Algo sé ya de cierto. Con palabras

nadie nunca logró forjar la llave

que permitiera traspasar el tiempo.

Así, de nada sirve para el hombre

ni la promesa de un feliz mañana

ni la amenaza de la eterna sombra.

Mas todos fuimos dioses. Suaves sombras

nos cobijaron. Cálidas palabras

iluminando siempre la mañana.

En nuestra mano siempre aquella llave

que detenía el paso de los hombres

y penetraba el corazón del tiempo.

Ya sé que el tiempo huye como sombra,

que poco importa el hombre y su palabra

y que perdí la llave y el mañana.


6 comentarios:

  1. Así va España. Por favor, lean en

    http://www.elconfidencial.com/espana/2014-11-11/un-magistrado-del-tc-gasto-473-000-sin-justificar-en-protocolo-cuando-era-rector_436212/

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  2. La actualidad política (en sentido amplio) no hace más que darnos disgustos. Pero por suerte tenemos otra actualidad, la literaria, que este mes de noviembre va a darnos algunas satisfacciones de las grandes. Hoy mismo sale el último libro de Andrés Trapiello ("El final de Sancho Panza y otras suertes"). Y en breve, también lo nuevo en novela de Muñoz Molina (sobre el asesinato de Martin Luther King). Apetecibles "clavos ardiendo" a los que agarrarse en estos tiempos.

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  3. Compañerita del alma,
    ¡qué penita pasa aquel
    que tiene el agua en los labios
    y no la puede beber!

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  4. Sin una considerable dosis de bondad se puede ser listo, pero no inteligente.

    (JULIÁN MARÍAS)

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  5. Vino que del cielo vino
    vino con tanto vigor
    que hasta al hombre más callado
    lo vuelve predicador.

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  6. Lo muerto en nosotros es el maestro, aquel que sabe. Lo que está vivo en nosotros es el niño, aquel que ama, que juega a amar.

    (CHRISTIAN BOBIN)

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