viernes, 14 de noviembre de 2014

Y siempre comprendiste (por Cintio Vitier)


Noche mía estrellada

girando cristalina:

nunca me has sido tú impasible (esa calumnia),

no fuiste indiferente nunca a mi dolor.


Bañado en lágrimas

o sudando espanto te he buscado, y siempre

comprendiste como nadie mi dolor.


Nos hablamos

con un lenguaje que no existe todavía:

estas palabras son su prehistoria.

Tú relatas tu gloria, yo mi nada,

tú relatas tu nada, yo mi gloria.


Los dos somos los niños del dolor.

5 comentarios:


  1. Me han dicho que la gente en el ejército hace más cosas a las 7:00 am que las que yo hago en todo un día. Pero si me despierto a las 6:59 am y me giro hacia ti para trazar el contorno de tus labios con los míos, habré hecho bastante sin haber matado a nadie en el proceso.

    (SHANE KOYCZAN)

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  2. Todos (¡qué raro!)
    tenemos en común
    ser diferentes.

    (CUQUI COVALEDA)

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  3. La tarea del educador consiste en hacerse innecesario.

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  4. Corrijo un verso.
    En la sartén se queman
    los champiñones.


    (SUSANA BENET)

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  5. en el espejo vacuo, en el espejo



    una tras otra vemos nuestras máscaras,



    Segismundo que duda como Hamlet,



    después Susana o la Condesa y luego



    Yorick, el cráneo del bufón, después



    hay tan sólo reflejos tras reflejos



    en  el espejo vacuo, en el espejo



    hay tan sólo reflejos tras reflejos,



    y después tu desnuda calavera



    y luego Sosías o Mercurio y luego



    Titania ya por fin desenbrujada,



    una tras otra vemos nuestras máscaras,



    en el espejo vacuo, en el espejo



    (BERNARDO SCHIAVETTA)

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