Le llevaron a ver aquella casa
en obras frente al mar.
Conversaban sus padres -sintió miedo-
con gente extraña y sucia. Y la tristeza
por una casa fea, gris y rota,
sin puertas ni ventanas.
Creyó que estaba terminada.
Que habían de habitarla de ese modo,
con todo aquel desorden, sin saber
muy bien qué era el desorden.
Más tarde fue feliz en esa casa.
Que un día demolieron.
De mayor fue arquitecto. En toda obra
siente, al entrar, tristeza.
No hay arte sin tensión ni belleza sin equilibrio.
ResponderEliminar(FISAC)
ResponderEliminarLas inteligencias grandes discuten las ideas. Las medianas, los sucesos. Las pequeñas, las personas.
(proverbio inglés)
ResponderEliminarAntes caen las techumbres que las costumbres.