jueves, 23 de julio de 2015

Nadie me ve (por Linda Hogan)


Una luz polvorienta cae a través de ventanas

donde familias enteras viajan juntas, solas.

Las madres abren las persianas y sacuden el

mundo viejo

de los manteles de encaje.

Debajo de pañoletas floreadas

mujeres inmigrantes ponen su fe en los

autobuses de la ciudad.

Se refugian detrás de los vidrios,

apoyan las cabezas contra las ventanas.

Detrás de párpados azulados de venas,

viajan.

Bruselas, tal vez, su destino.

Donde mujeres más viejas tejen encajes,

envuelven lino alrededor de agujas

y el sol se acuesta sobre telas de araña.

En la calle

hojas invisibles de vidrio atadas

a los costados de un camión.

El mundo se ve a través de ellas,

lleno de gente, con caballos rojos

que se alejan sobre las calles.

Dentro de esa piel lenta de caballo

detrás de las anteojeras

los animales oscuros corren,

caballos sombríos,

caballos de luz

corriendo sobre colinas de América.

Todo es extraño aquí.

Nadie me ve.

Nadie ve a esta mujer que recorre calles de la

ciudad.

Nadie ve los animales que corren dentro de mi

piel,

la selva profunda de árboles sureños,

las abuelas oscuras que miran a través de mis ojos,

observándolo todo, viajando todavía.


9 comentarios:

  1. ¿Por qué me miras tan serio, carretero?
    Tienes cuatro mulas tordas,
    un caballo delantero,
    un carro de ruedas verdes
    y la carreyera toda para ti,
    carretero. ¿Qué más quieres?

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  2. Cide Hamete Benengeli1 de agosto de 2015, 9:32

    RECT:

    ...y la carreTera...

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  3. Larga es la lista
    de todo cuanto nunca
    debió pasar.

    (RAFAEL BALDAYA)

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  4. No hace falta matar a todos los cocodrilos para que no nos muerdan. Basts con tender un puente sobre el río.

    (proverbio bosquimano)

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  5. ¿Puedo hablar de muerte mientras vivo?
    ¿Puedo aullar de hambre imaginada?


    (SARAMAGO)

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  6. Gamberros cultos,
    trilingües, refinados...,
    pero gamberros.

    (CUQUI COVALEDA)

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  7. La duda es madre de la invención.

    (GALILEO)

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  8. Cuando uno duerme uno es nadie y luego cuando se despierta ya recuerda que uno es Fulano de Tal, y recuerda las circunstancias de esa vida, las obligaciones que el día impondrá, uno vuelve a dejar de ser "una suerte de Dios infinito", puede ser nada, viene a ser casi lo mismo, puede ser alguien, algo muy concreto, atado a un destino, atado a cierto pasado, atado a ciertas esperanzas, en general fallidas.

    (BORGES)


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