sábado, 3 de octubre de 2015

Teléfono (por Vicente Huidobro)


HILOS TELEFÓNICOS
CAMINO DE LAS PALABRAS

Y de noche
violín de la luna

UNA VOZ

Una montaña
ha surgido ante mí
Lo que espera detrás
busca su camino

DOS LUGARES
DOS OREJAS

Una larga ruta por recorrer

Palabras
a lo largo de tu cabello
Una ha caído al agua

ALLO

ALLO


5 comentarios:

  1. Hace muy poco que podemos hablarnos sin vernos la cara. Poco más de un siglo. Antes había escritura postal, pero no palabra oral pronunciada sin contacto o cercanía física. Y hay cosas que sólo deberíamos permitirnos decir (decirnos) frente a frente, cara a cara, tu boca frente a mi boca.

    ResponderEliminar
  2. Agri:
    Languidecía en mi estudio de París cuando me invitó mi amiga Marie von Thurn und Taxis a pasar con ella unos meses en el castillo del Duino, bien cerca del triste Trieste. En mayo de 1912 hice las maletas y me alejé de las faldas protectoras de Marie. Aquello no funcionaba, estaba seco, no era capaz de escribir nada decente. Después fui a España y visité Sevilla. Pero fue Toledo la que me cautivó. 
    Luego vinieron las cartas de Benvenuta. Cada día intercambiaba con ella varias cartas perfumadas y el mejor papel de hilo de Malinas supo de la humedad de las lágrimas amantes. Duró justo un mes aquél tráfago, arrebatado unas veces, sosegado y melancólico las otras, siempre frisando la estancia de las palabras sublimes, de los sentires inefables.
    Y a cabo de treinta días nos vimos cara a cara... Algo se descompuso en el sutil engranaje de nuestros corazones y partimos -yo alicaído, ella con una extraña obstinación en la mirada- en direcciones opuestas. Nunca más supimos el uno del otro. Volví a refugiarme en el Duino y hallé la dulce conmiseración de Maríe.
    Que nada, Agri; que para evitarse sustos de ultima hora nada mejor que verse el careto desde el principio. Y sobre todo, besarse pronto.

    ResponderEliminar
  3. Y si la voz de la radio te enamoras, mejor que no te acerques a la emisora.

    ResponderEliminar
  4. Nunca, nunca ruge el volcán, hasta que ruge.

    (proverbio hawaiano)

    ResponderEliminar
  5. Si no tropezáramos, ¿cómo sabriamos donde estan los baches?

    ResponderEliminar

¿Te gustó el poema seleccionado? ¿Crees que merece estar en zUmO dE pOeSíA?

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.