La lluvia, otra vez la lluvia sobre los olivos.
No sé por qué ha vuelto esta tarde
si mi madre ya se ha ido,
ya no viene al balcón para verla caer,
ya no levanta los ojos de la costura
para preguntar: ¿Oyes?
Oigo, madre, es otra vez la lluvia,
la lluvia sobre tu rostro.
Nos vamos y todo sigue. Igual que todo rodaba antes de que fuéramos concebidos. Sin mí el mundo estaba y estará completo. Sin mí al universo no le falta nada. Con los seres queridos cuesta trabajo entenderlo y aceptarlo.
ResponderEliminarEncender la llama de un corazón es fácil. Lo difícil es mantenerla encendida.
ResponderEliminar(proverbio estonio)
Cuando la culpa es de todos, suele creerse que nadie tiene la culpa.
ResponderEliminarAun con jaqueca,
ResponderEliminarBoabdil II nunca
toma aspirinas.
(CUQUI COVALEDA)
ResponderEliminar... ni ibuprofeno,
ni paracetamol
para el catarro.
Si allí donde se hablaba latín hubiera habido una radio o una TV común, el latín no se habría fragmentado en una docena de idiomas distintos.
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