domingo, 8 de noviembre de 2015

Ritual sioux (por Leopoldo María Panero)


El indio hablaba de Dios

sosteniendo una vela con los labios del odio

del odio a España y a la muerte

como un dulce efebo para que rezara el indio

con miedo del paraíso en que el amor me castrara

un hombre llamado caballo

con miedo a la multitud

como pájaros que caen sobre la página

que cortejan a la página

como una flor contra el mundo

como una flor hedionda

que corteja a la página

nada de nada henchida

pájaro que cae sobre los hombres

duro ritual de iniciación india

para el oscuro hombre blanco

fuimos indios

hasta que nos mataron a todos

e hicieron ropas con nuestras pieles

y nos inculcaron un Dios vacío de hastío e ignorancia

Dios que es menos que Nada

sobre la que vuelan los hombres

y no se puede llamar a la lluvia con roto instrumental

¡oh! Suite Lulú sobre la que vuelan los hombres

yo soy el indio Crow

soy el monarca de la Nada y del hombre

soy el emperador de la Nada

el emperador del Helado

y pinto mi cara con sangre

y pinto estrellas contra el hombre.

7 comentarios:

  1. La historia de la humanidad es la historia de la inhumanidad.

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  2. Lo que los romanos hicieron en Iberia lo reprodujimos quince siglos después los hispanos en América.

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  3. Lo urgente no deja sitio para lo importante.

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  4. Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio.

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  5. Fuego de palabras21 de mayo de 2018, 5:39

    La más clara alegría

    es el cese de un gran sufrimiento.

    Cuando la campana de hierro se quita de la cabeza,

    cuando el clamoroso choque se apacigua en los nervios,

    cuando el cuerpo se desliza libre

    como la carnada del anzuelo

    y el pútrido aire de la ciudad

    empieza a bullir en los pulmones.

    La luz resbala en miel sobre los ojos.

    El austero techo se vuelve merengue.

    El cuerpo se desenreda, se despliega

    prodigiosamente vacío como un lirio.

    Respirar es bailar.

    Muda y enteramente

    como la albahaca en la ventana

    levanto la nariz al sol.



    (MARGE PIERCY)

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  6. El mundo prodigioso que tengo en la cabeza. Pero ¿cómo liberarme y liberarlo sin destrozarme? Y preferiría mil veces destrozarme, antes que retenerlo o enterrarlo dentro de mí. Que para eso estoy aquí, me parece evidente.

    (KAFKA)

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  7. Una persona emocionalmente madura es la que acepta los hechos desagradables, sea cual sea su origen, como situaciones concretas para ser manejadas y no detestadas.

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