De esa increíble infinitud del orbe
no codicio ni un mínimo pedazo
mas sí el espacio de tu breve cuerpo
donde ponerme al fin a buen recaudo,
en lo profundo de tus mil entrañas,
que enteras conservaste para mí.
Al diablo el albedrío de la vida,
sumo don de los hados celestiales,
y nada más que estar en ti prefiero
sujeto a tu carnal y firme lazo,
que si vas a las últimas estrellas
contigo ir paso a paso yo también.
Es así el vivir día y noche siempre
bien atado a ti con el carnal nudo,
aunque en verdad del todo libremente,
pues de la tierra al cielo voy y vengo.
Quien invita a comer a los caníbales, corre el riesgo de acabar en la olla.
ResponderEliminarEs mejor hacer las cosas que decirlas porque, al hacerlas, se dicen solas.
ResponderEliminar(WOODY ALLEN)
Puede caerse
ResponderEliminardeprisa, en una letra,
del cielo al cieno.
(RAFAEL BALDAYA)
ResponderEliminarCinco sentidos tenemos,
los cinco necesitamos,
pero los cinco perdemos
cuando nos enamoramos.
Se dan patadas,
ResponderEliminarempujones, codazos...
mis paradojas.
ResponderEliminarMás que las ideas, a los hombres los separan los intereses.
(TOCQUEVILLE)
Esa extraña grandeza, que,
ResponderEliminarsi con atención se mira,
en las cosas pequeñas se des-cubre…
Esa secreta dádiva,
esa escondida luz
que los ojos del mundo
hoy regalan a mis ojos…
(RAFAEL REDONDO)