miércoles, 31 de agosto de 2016

Completar una muerte (por Roberto Juarroz)


Hay pocas muertes enteras.

Los cementerios están llenos de fraudes.

Las calles están llenas de fantasmas.

Hay pocas muertes enteras.

Pero el pájaro sabe en qué rama última se posa

y el árbol sabe dónde termina el pájaro.

Hay pocas muertes enteras.

La muerte cada vez es más insegura.

La muerte es una experiencia de vida.

Y a veces se necesitan dos vidas

para poder completar una muerte.

Hay pocas muertes enteras.

Las campanas doblan siempre lo mismo.

Pero la realidad ya no ofrece garantías

y no basta vivir para morir.

4 comentarios:

  1. Hay muchos términos intermedios (semividas, cuasimuertes...) interpuestos y graduales entre el vivir y el morir.

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  2. Nada más doloroso que una muerte en vida...y hay variadas, para todos los gustos: el daño que causa una mentira; el dolor interminable, sin opción al suicidio, de lo irreparable...
    Laura

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  3. Cada desilusión, cada decepción, es una micromuerte.

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  4. No hay tamaño para la muerte. Es única. Intransferible. Sin dimensión descriptible.
    Laura

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