Pisa la ciudad (por Juan Gelman)
Está quieta la tarde en el café. Pasa
la niña que pide y
se llama Mari. Su tristeza
pisa la ciudad y rostros
que dieron su vida por la vida y
la niña repite. El sueño
es un libro enrollado, echa humo
como si fuera un horno grande. Su mano dice
que el mundo es cóncavo.
El pasado no está muerto. Ni siquiera es pasado.
ResponderEliminar(FAULKNER)
En cada villa su maravilla.
ResponderEliminarLo que se llevó el gato, no volvió al plato.
ResponderEliminarEl arma es enemiga de su dueño.
ResponderEliminarLluvia mágica bruma mágica rocío mágico granizo mágico
ResponderEliminaroscuridad mágica mar mágico olas mágicas río
mágico fuente mágica pozo mágico surgente mágico
que brota cuando una lanza mágica parte
la roca roble mágico ceniza mágica árbol de lima mágico
rama mágica tejo mágico espino mágico árbol
mágico para volverte joven otra vez árbol
mágico para evitar el hambre espina mágica enredadera mágica helecho
mágico floración mágica muérdago y mandrágora
hierbas silvestres mágicas maíz mágico aliento mágico
sangre mágica pluma mágica estiércol mágico pis
mágico manto mágico pantalones mágicos velo mágico
sombrero mágico cadena mágica espada mágica escudo
mágico estufa mágica banco mágico puerta mágica
berrido mágico de un ciervo o berrido de un ciervo mágico
siete como número mágico mágica la cabeza
del humano que adivina mágica también la cabeza
de un perro mágicos dos navíos que explotan en el fuego
para revelar la desobediencia mágico el río
que se levanta para ahogar a los mentirosos mágica la piedra
que causa silencio mágico el lago profundo
que causa olvido mágica la avellana
que vuelve a un amante tonto mágica la piedra
que aleja la pena mágico el amuleto comprado
barato en la forma de pequeños libros de poesía,
o nueve el número mágico y siete el número
mágico otra vez y el mágico doce también
y verde como ese color violeta mágico como
rojo mágico como negro mágico como blanco mágico como
violeta mágico también como un tinte mágico y el rojo otra vez;
mágica también la tala de dos robles en un bosque
y la varita mágica usada por los Druidas para
encontrar a tu amada raptada por las hadas-
Y cuando todo lo demás falla, mágicas las bendiciones
modernas de los cristianos que llenan nuestro Bosque
de robles ahora, que logran que hasta los desaparecidos hablen.
(Thomas Mc Carthy)
ResponderEliminarYa que en ninguna parte del mundo hay coincidencias entre lo real y lo ideal, entre la experiencia y el deseo, entre la vida y la perfección, en términos escolásticos se diría entre la esencia y la existencia, dondequiera surge una aspiración general a la salvación que se traduce en las religiones. Y de aquí deriva un cuadro de proyecciones constantes, donde se contraponen el punto de partida, es decir, la situación existencial precaria, con el punto de llegada, es decir, la meta ideal, que se presenta como liberación en la historia o al fin de ella, el hebraísmo, el cristianismo y el islamismo; o bien, como 'liberación de la historia' y de la existencial individual, como en el caso del induísmo (SIC), del budismo y en general de las espiritualidades orientales y cósmicas. También encontramos reflejada la gran bipartición de la experiencia religiosa humana en las tradiciones del teísmo histórico profético y la del monismo despersonalizante. En el mismo contexto se encuentran las vías y los medios sugeridos para conseguir la salvación; las personas que sirven de guías, mediadoras e intercesoras de salvación; y la pregunta si la salvación se puede conseguir con las únicas fuerzas de que dispone el hombre, o si al contrario, es necesario un don superior, una 'palabra divina', como vaticinaba Sócrates en la víspera del gran paso a la otra vida.
(ROSSANO)