Un zumito de poesía, recién exprimida, para desayunar cada mañana. (Rico en vitaminas y antioxidantes. Muy muy nutritivo.)
jueves, 3 de noviembre de 2016
Refugio (por Manuel González)
Vuelvo a casa
en este abril lento
de repúblicas a cuestas
y promesas vencidas.
El tercer piso a mano izquierda
es un altar
que me devuelve la fe perdida
en las calles de siempre.
Llego a la puerta,
se abre impaciente el firmamento
y puedo mirarte sin paracaídas.
Esa es la razón de los mediodías.
Hago bandera en la camiseta
que llevas puesta.
Bajo tus pies,
todo regresa a su lugar
como la calma a nuestros libros.
Incluso aprendí todas las conjugaciones
para llegar puntual a tus verbos
cuando se duerme el día en los ojos,
donde, a pesar de todo,
siempre haces hueco.
Mi patria, mi bandera, mi segunda piel, el lugar donde quiero volver.
ResponderEliminarSólo se conoce aquello que se escribe.
ResponderEliminarEn lo más alto
ResponderEliminarde todo abismo o sima
hay una luz.
(CUQUI COVALEDA)
La luz es la salida (búscala), como en los pozos negros.
ResponderEliminarSí, Cuqui: es la del equipo de rescate.
ResponderEliminar
ResponderEliminarA veces alguien
con disfraz de bombero
viene a salvarte.
(Abrazos, F.)