Una hoja, una de las últimas, se soltó de una rama de arce,
gira en el claro aire de octubre, cae
sobre una pila de otras hojas, se vuelve oscura y quieta. Nadie
admiró su entusiasta batalla con el viento,
nadie siguió su vuelo, nadie la distinguirá ahora
yaciendo entre otras hojas, nadie había visto
lo que yo vi, nadie. Estoy
solo.
La inmensísima mayoría de las cosas grandes y pequeñas del mundo pasan sin que nadie las vea pasar.
ResponderEliminarQué solos los columpios de mi infancia.
ResponderEliminar(VÉLEZ)
La oportunidad tiende a presentarse en el momento más inoportuno.
ResponderEliminarMás largamente
ResponderEliminaral Norte por el Sur
también se va.
(RAPHAEL BALDAYA)
Envejecían sus manos y no sus sortijas.
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