La cosa más profunda que he vivido
ya la he olvidado. Ahora sólo me importa
arreglar la ventana si se rompiera, o
limpiar los cristales. Todas las verdades
han sido un largo pronunciamiento sin fecha,
de pronto no recuerdo ninguna. Se confunden
encaramadas bajo los auspicios de mi necedad
que tampoco se precia. A mí me gusta
el encantamiento de ciertas tardes, cuando
lo evidente no es real.
Las verdades sólo son verdades temporales. Lo que ayer era verdad, hoy ¿quién sabe?
ResponderEliminarNo entendemos a nuestros padres hasta que tenemos hijos.
ResponderEliminarDe amores desamparado. De amores, que no de amor.
ResponderEliminar(JORGE MANRIQUE)
ResponderEliminarDe amores desamparado
ResponderEliminar-de amores, que no de amor-,
parto yo, triste amador.
Todos los sueños
ResponderEliminarno valen lo que vale
un despertar.
(GARCÍA MARTÍN)