viernes, 13 de octubre de 2017

Esa rastrera mata (por Antonio Manilla)



Es tanto como el río,

como los firmes chopos,

esa rastrera mata

que pende de la orilla

inclinada hacia el cauce,

en hermoso equilibrio

a punto de romperse.


Oculta sus raíces,

no es honda, sino ancha,

tiene las hojas duras

y florece a destiempo.

Ni las cabras la quieren.

Pero cuando el deshielo

arrambla en su avenida,

sujeta las riberas,

las mantiene en su sitio.


Por ella, el río es río

todas las primaveras.



4 comentarios:

  1. Aunque me voy, no me voy.
    Aunque me voy, no me ausento.
    Aunque me voy de palabra,
    me quedo en el pensamiento.

    ResponderEliminar
  2. Atan más los papeles que los cordeles.

    ResponderEliminar
  3. Cuando habla un hombre sencillo, es una bendición. Habla, no parlotea.

    (BERNHARD)

    ResponderEliminar
  4. No me has roto el corazón
    porque corazón no tengo,
    te lo entregué una mañana
    y tú lo echaste a los perros.

    ResponderEliminar

¿Te gustó el poema seleccionado? ¿Crees que merece estar en zUmO dE pOeSíA?

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.