Hibernación (por Anaïs Nin)
Se vive así, cobijado, en un mundo delicado, y uno cree que vive. Entonces lee un libro, o va de viaje, o habla con alguien, y descubre que no vive. Que está simplemente hibernando. Los síntomas de la hibernación se pueden detectar fácilmente. El primero es la inquietud. El segundo síntoma es la ausencia del placer. Eso es todo. Parece una enfermedad inocua. Monotonía, aburrimiento, muerte. Hay millones de personas que viven (o mueren) así sin saberlo. Trabajan en oficinas. Tienen coches. Salen al campo con su familia. Educan a sus hijos. Hasta que llegan a una brusca conmoción: una persona, un libro, una canción, y los despiertan y los salvan de la muerte.
Al cielo no miro yo
ResponderEliminarporque me miro en tus ojos,
que son del mismo color.
Casi nada es para tanto.
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