jueves, 23 de noviembre de 2017

Los inquilinos (por Federico Díaz-Granados)


Nunca he conocido a los inquilinos de mi vida.
No he sabido cuándo salen, cuándo entran,
en qué estación desconocida descansan sus miserias.
Las mujeres han salido de este cuerpo a los portazos
quejándose de mi tristeza,
en algunas temporadas se han quejado de humedad,
de mucho frío, de algún extraño moho en la alacena.

Se marchan siempre sin pagar los inquilinos de mi vida
y el patio queda nuevamente solo
en este hotel de paso donde siempre es de noche.



3 comentarios:

  1. Yo mismo soy un inquilino (no el propietario, no el casero) de mi vida.

    ResponderEliminar
  2. En la alcoba profunda
    podríamos andar meses y años,
    en pos uno de otro,
    sin hallarnos.

    (JAIME TORRES)

    ResponderEliminar

¿Te gustó el poema seleccionado? ¿Crees que merece estar en zUmO dE pOeSíA?

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.