miércoles, 11 de abril de 2018

Hincado ante la tarde (por Oliverio Girondo)


¿Surgió de bajo tierra?
¿Se desprendió del cielo?
Estaba entre los ruidos,
herido,
malherido,
inmóvil,
en silencio,
hincado ante la tarde,
ante lo inevitable,
las venas adheridas
al espanto,
al asfalto,
con sus crenchas caídas,
con sus ojos de santo,
todo, todo desnudo,
casi azul, de tan blanco.

Hablaban de un caballo.
Yo creo que era un ángel.



5 comentarios:

  1. Los animales están más cerca de los ángeles que los humanos.

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  2. La adulta recordaba aquellas calles

    en que vivió de niña,

    los juegos con la cuerda, las esquinas

    del norte de Dublín, esas mansiones

    más tarde vueltas casas de vecinos

    sórdidas, duras, hacinadas

    como en dramas de O’Casey

    o el eco del hollín en la miseria.

    Como versos certeros, las palabras

    no hablaban de esto ni de aquello,

    lo componían

    igual que los ladrillos las fachadas

    y la hiedra plural y minuciosa

    que entreteje el ahora  y su pasado.

    Paula era la niña que fue Paula.

    Nosotros sus vecinos, sus amigos

    que tiramos también de aquella soga

    cuyo cabo se amarra a aquellos días,

    el ancla del ayer en la tormenta.



    (RIVERO TARAVILLO)

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  3. Cuando un pobre come merluza, uno de los dos está podrido.



    (GLORIA FUERTES)

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  4. La extrañeza ve lo que la rutina oculta.

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  5. ESTE GIRONDO ES UN CACHONDO

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