viernes, 18 de mayo de 2018

Cuando los petirrojos vengan (por Emily Dickinson)



Si no estuviera viva

cuando los petirrojos vengan,

a ese de corbata carmesí

dale una miga en mi memoria.

Y si no pudiera yo darte las gracias

por estar muy dormida,

has de saber que lo estaré intentando

con labios de granito.




4 comentarios:

  1. Ayer Juan Ramón trajo un ruiseñor. Hoy Emily se descuelga con un petirrojo. ¿Mañana una cotorra australiana?

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  2. Y yo me iré y se quedarán los pájaros cantando...

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  3. Cualquier político sabe que a la masa hay que agitarla antes de usarla.

    (NEILA)

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  4. Oh mosca, que revuelas

    en torno de mi Amira,

    que siempre la acompañas,

    que sus secretos miras;

    tú, que el sueño le robas

    cuando está más dormida,

    con tus sutiles alas

    haciéndola cosquillas;

    tú, que su mano tocas;

    tú, que su pecho picas,

    que en su cabello juegas,

    que besas sus mejillas,

    y que chupas ansiosa

    el dulcísimo almíbar

    de sus rosados labios,

    donde el amor habita;

    ay, si tuvieras mi alma,

    cuánta fuera tu dicha.

    Y si yo tu licencia,

    qué de cosas no haría.


    (NOROÑA)

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