domingo, 20 de mayo de 2018

Dímelo (por John Jairo Junieles)



La vida es una mujer con sus dos manos para hacer lo que haga falta.

Un marcado aire de familia me une con esta modista que lleva

treinta años frente a una Singer,

que escucha radionovelas, y que aún conserva en un armario

los tres ombligos de sus hijos.


¿De qué madera está hecha esta canoa que lleva medio río sin

quejas, y piensa que todo mal lleva al bien amarrado en la cola?.

¿Cuántas muertes me faltan a mí para parecerme a ella?,

para decir como dice ella: “Si vives como si tuvieras fe,

la fe te será otorgada”.


Años antes de que yo naciera madre colgó una estampa que

aún pervive: Dos niños recogen flores a la orilla de un despeñadero

y un Ángel de la Guarda conjura el peligro con su presencia.


Dime madre con tus ojos el secreto,

dime cómo se llega alegre hasta el final,

a pesar de los abismos,

dímelo a mí, que soy la única pluma sucia de tus alas.


4 comentarios:

  1. Nacemos por falta de espacio. Nacer es un desahucio.

    (ELIANA DUKELSKY)

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  2. La más clara alegría

    es el cese de un gran sufrimiento.

    Cuando la campana de hierro se quita de la cabeza,

    cuando el clamoroso choque se apacigua en los nervios,

    cuando el cuerpo se desliza libre

    como la carnada del anzuelo

    y el pútrido aire de la ciudad

    empieza a bullir en los pulmones.

    La luz resbala en miel sobre los ojos.

    El austero techo se vuelve merengue.

    El cuerpo se desenreda, se despliega

    prodigiosamente vacío como un lirio.

    Respirar es bailar.

    Muda y enteramente

    como la albahaca en la ventana

    levanto la nariz al sol.



    (MARGE PIERCY)

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  3. ¿Qué hace usted todo el día?

    - Me soporto.

    (CIORAN)

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