No fueron de los que más se amaron.
Se compadecieron simplemente uno de otro
porque sabían que la vida resplandecía a veces
pero también que daba duros golpes
hasta en las espaldas más inocentes.
Planearon el porvenir como un pacto,
un apasionante episodio
en el que si uno caía el otro le tendería las manos.
Eran cobardes, sí, pero bondadosos,
y creyeron firmamente que aquello era el amor.
Amor sin amistad no es ni siquiera amor.
ResponderEliminarTodo aquello en lo que ponemos amor es algo que sobrevaloramos y por eso de vez en cuando exige contradicción y crítica, porque vivo y valioso sólo lo es el amor, no el objeto en el que lo colocamos.
ResponderEliminar(HESSE)
El amor sin sacrificio se parece a robar.
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