miércoles, 2 de enero de 2019

Brian el cazador en el bosque (por Margaret Atwood)


El hombre que vi en el bosque
solía venir a nuestra casa
cada mañana, nunca decía nada;
después supe por los vecinos
que una vez intentó cortarse el cuello.

Lo encontré al final del sendero
sentado sobre un árbol caído
limpiando su arma.

No había viento;
a nuestro alrededor las hojas crujían.

Me dijo:
mato porque debo hacerlo

pero cada vez que apunto, siento
que mi piel se torna pelaje
mi cabeza se carga con astas
y durante el estirado instante
en que la bala planea en su hilo de velocidad
mi alma corre inocente como cascos.

¿Es justo Dios con sus criaturas?

Muero más a menudo que muchos.

Miró hacia arriba y vi
la blanca cicatriz trazada por el cuchillo de caza
alrededor de su cuello.

Cuando desperté
me acordé: él se había ido
hacía veinte años y no se sabía nada más.



3 comentarios:

  1. Son las penas más mortales
    las que se lloran por dentro
    y las lagrimas no salen.

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  2. ¿Pero no son
    todos los hechos
    sueños
    tan pronto como los
    hemos superado?

    (EMILY DICKINSON)

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  3. No son sueños los hechos superados; son bagaje de experiencia, y no importa cómo hayan sido los hechos.Los hechos no se superan,los vemos en nuestros actos, en nuestras palabras, cada día.Son una suma, no una resta.Tienen entidad, peso, forma, y hasta color que no será "según el cristal con que lo miras"
    Emily ha formulado una pregunta poética.

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