tras lo inventado o fabulado
después de lo narrado
de lo representado
después del sueño o del ensueño
luego del trance
de la pasión
del clímax
terminado el delirio
tras la embriaguez
luego de la lectura justo al cerrar el libro
en cuanto acaba el cine y las luces se encienden
ido el breve respiro
tras la tregua o paréntesis
vuelve otra vez la terca
vuelve la agazapada
alerta y al acecho perseguidora
vuelve ella
la insistente
vuelve la infatigable
sitiadora
rodeante
siempre a lomos del suelo
en sus tres dimensiones vuelve
la cosa esta
Qué maravilla poder seguir leyendo, mediante su heterónimo Baldaya, al gran Fernando Pessoa!
ResponderEliminarHeterónimo pero también médium.
ResponderEliminarSi el Eterno Espectador dejara de soñarnos un solo instante, nos fulminaría, blanco y brusco relámpago, Su olvido.
ResponderEliminar(BORGES)
Nuestro sueño más pequeño, nuestro pensamiento más pasajero es tan real como el sol y las estrellas.
ResponderEliminar(PESSOA)
No siendo el más valorado de todos sus heterónimos, cada vez más gente aprecia los firmados como ese Baldaya ocultista. A mí me gustan especialmente, como este sin ir más lejos.
ResponderEliminarNadie conoce bien el verdadero orden de importancia que, en lo profundo de sí mismo, asigna a cada cosa.
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ResponderEliminarSi el corazón pensara, dejaría de latir.
(PESSOA)
¡Acabo de descubriros y estoy ENTUSIASMADA con vuestro blog!
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ResponderEliminarEs muy grande Fernando Pessoa en todos sus heterónimos.