acróbatas guardando el equilibrio
con un pie en lo real
otro en el sueño
sin inclinarse mucho de un solo lado
para no caer del todo en el delirio
para no derrumbarse en la aridez
buscando el punto justo
en cuerdas
en aleros
en alféizares
una ráfaga de aire
un estornudo
una tos
un calambre
podría abatirlos
tanteando el sitio idóneo
un pie en la sequedad
del suelo firme y áspero
el otro pie en las nubes
de lo amado y sentido y vaporoso
diariamente el afán
erguidos pese a todo
probando el contrapeso
probando el contrapeso
ayudándose de los brazos extendidos
alzándose
encogiéndose
contorsionándose
un pie puesto en las cosas de aquí abajo
el otro en la inmateria por ellas segregada
un pie puesto en las cosas de aquí abajo
el otro en la inmateria por ellas segregada
cambiando de postura cada vez que
un temblor
o un roce
o un retumbar
los descompensa
cada pie en una zona tan distinta
cada pie en un lugar tan alejado
trémulos
inestables
a un paso de
c
a
e
r
agarrándose entonces al alambre
colgándose de él
encaramándose
colgándose de él
encaramándose
y todo el tiempo así
equilibristas
del gran circo
del gran teatro del mundo
del gran teatro del mundo
curtidos ya en todas las
acrobacias
Los mayores espectáculos del mundo corrieron a cargo de Evel Knievel, el artista más extravagante de la historia , el motorista funambulo que no tenía miedo
ResponderEliminarM.H.
ResponderEliminarDe un modo u otro, todos tenemos que ser artistas (equilibristas, magos, trapecistas y por supuesto también payasos) del circo mundial. No hay otra manera de.
ResponderEliminarDe razones vive el hombre; de sueños sobrevive.
(UNAMUNO)
ResponderEliminarLa poesía es la encargada
de llevar al público a lugares más elevados
de los que puedan llevarlos
otros medios de transporte.
(FERLINGHETTI)