Sin consideración ni piedad ni vergüenza
alzaron muros a mi alrededor: gruesos y altos.
Y ahora me encuentro aquí, tan desesperado.
No puedo pensar en otra cosa: esta suerte roe mi cerebro...
Y es que ¡ tenía tanto que hacer ahí fuera !
¿Cómo pude no darme cuenta cuando alzaban los muros?
Pero nunca oí a los constructores. Ni un ruido.
Desde fuera imperceptiblemente me encerraron.
Si me gustò pero no se llama desde fuera, se llama MUROS.
ResponderEliminarEl perro más manso muerde, y el mejor pleito se pierde.
ResponderEliminarSevilla tuvo que ser
ResponderEliminarcon su lunita plateada
testigo de nuestro amor
bajo la noche callada.
Y nos quisimos los dos
con un amor sin pecado,
pero el destino ha querido
que vivamos separados.
Están clavadas dos cruces
en el monte del olvido
por dos amores que han muerto
sin haberse comprendido.
Están clavadas dos cruces
en el monte del olvido
por dos amores que han muerto,
que son el tuyo y el mío.
Ay barrio de santa Cruz,
Ay plaza de doña Elvira,
te vuelvo yo a recordar
y me parece mentira.
Ya todo aquello acabó,
todo quedó en el olvido,
nuestras promesas de amores
en el aire se han perdido.
ResponderEliminarDesde la Luna:
Tierra nueva. Creciente.
Llena. Menguante.
(CUQUI COVALEDA)
Los dioses ciegan a quienes quieren perder.
ResponderEliminar(EURÍPIDES)