lunes, 4 de enero de 2010

Como a un solo ser (por Antonio Gamoneda)

A las cinco del día, en el invierno,
mi madre iba hasta el borde de mi cama
y me llamaba por mi nombre
y acariciaba mi rostro hasta despertarme.
Yo salía a la calle y aún no amanecía
y mis ojos parecían endurecerse de frío.
No era justo, aunque era hermoso
ir por las calles y escuchar mis pasos
y sentir la noche de los que dormían
y comprenderlos como a un solo ser,
como si descansaran de la misma existencia,
todos en el mismo sueño.

3 comentarios:

  1. LA PHRASE LAPIDARIA16 de junio de 2013, 15:07

    No hay miedo sin esperanza, ni esperanza sin miedo.

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  2. Los grandes escritores nos plagian, porque al leerlos descubrimos que están contándonos nuestros propios sentimientos, pensando ideas que nosotros mismos estábamos a punto de pensar.

    (ORTEGA)

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  3. Manos esclavas

    han revuelto esa tierra

    han sembrado esa tierra

    han exprimido esos tallos

    han cuajado ese jugo

    para que el ilustre extranjero, acorazado con

    el vocabulario y los andariveles de su época,

    lance al fondo el delicioso terrón, agite la

    esbelta cucharilla,

    y beba.



    (REINALDO ARENAS)

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