A veces tengo ganas de ser cursi
para decir: La amo a usted con locura.
A veces tengo ganas de ser tonto
para gritar: ¡La quiero tanto!
A veces tengo ganas de ser un niño
para llorar acurrucado en su seno.
A veces tengo ganas de estar muerto
para sentir, bajo la tierra húmeda de mis jugos,
que me crece una flor, rompiéndome el pecho
una flor, y decir: Esta flor,
para usted.
Los dioses no hacen por los hombres lo que los hombres deben hacer por sí solos.
ResponderEliminar(HOMERO)
ResponderEliminarHarto de carne, el diablo se metió a fraile.
ResponderEliminar
ResponderEliminarA una cotilla en la lengua
le mordió un perro rabioso.
Enseguida busque al perro
y lo jarté de bizcochos.
ResponderEliminarEl hombre está escondido en su lengua.
(RUMI)
Nuestro concepto del presente ha cambiado. El presente antes tenía una cierta duración. Hoy en día cada vez va aproximándose más a la definición literal del presente, que este momento en que digo momento ya ha pasado. Y es muy angustioso. Porque durante siglos el presente ha sido una cosa con una cierta dilatación. Por eso ya no cabe pensar en la posteridad. Todo queda viejo enseguida. Todo parece anticuado. Todo parece remoto.
ResponderEliminar(JAVIER MARÍAS)