En su lecho de muerte
Houdini promete a su mujer volver un día
y dar pruebas de la existencia en el más allá.
Si en el pasado, gracias a sus artes de ilusionista,
ha logrado lo que ningún ser humano
–escapar de una caja fuerte sellada y amarrada con cadenas
en el fondo del mar, por ejemplo–,
¿por qué no atreverse a lo supremo,
ahora que llega la hora definitiva,
y resolver así el misterio de los misterios?
Ofrecer una evidencia, al menos,
de lo que en la otra vida nos espera,
es lo único que resta a su gloria
de personaje casi sobrenatural.
Confía entonces a su mujer
unas palabras en malayo
(que son también una declaración de amor)
como clave y señal de su invisible presencia.
Poco después Henry Houdini muere.
En adelante Beatrice vive atenta
al menor indicio o manifestación suya,
sin faltarle jamás la fe.
Ése era el pacto.
Sin embargo,
pese a las promesas, al tiempo que pasa,
ella no recibirá señal o revelación alguna.
Atrapado por las cadenas de la muerte
–mucho menos ilusorias que las de la vida–,
él, Houdini, no regresará.
Dedicada al culto de su leyenda,
Beatrice lo sobrevivirá unos pocos años más.
Y al morir –cabe pensarlo–
se perdió también la mayor oportunidad
que se ha tenido
de que el misterio de los misterios
fuera resuelto por aquél
que en verdad podía hacerlo.
Te doy gracias, jardinero,
ResponderEliminarpor el gusto que has tenido.
Tantas flores en el huerto
y a mí sola has elegido.
Hitler, Napoleón, Sabino Arana, Stalin, Mussolini, Franco... no estaban locos, sino cuerdos. Cuerdos de atar.
ResponderEliminarCuando llega el carnaval
ResponderEliminarno como ni ceno nada.
Con las coplas desayuno
y almuerzo con las comparsas.
Los cangrejos muerden con los pies.
ResponderEliminarTanta importancia
ResponderEliminara cosas que en verdad
no importan nada.
(CUQUI COVALEDA)
ResponderEliminarMás vale ser ciego de los ojos, que del corazón.
(proverbio libanés)
ResponderEliminarEs mejor tener la boca cerrada y parecer estúpido que abrirla y disipar las dudas.
(TWAIN)
ResponderEliminarFue sin patatas,
tomates ni pimientos
la Reconquista.
(CUQUI COVALEDA)
Mas las naranjas
ResponderEliminarbrotaron musulmanas
cerca del Darro.
(Sépalo doña Kuky)
Es verdad. En la Edad Media no sólo no tenían TV ni internet, sino tampoco patatas fritas ni pimientos del piquillo. Y el gazpacho, sin tomate (qué horror). Y aun decía Manrique que "cualquier tiempo pasado fue mejor"!!!
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ResponderEliminarMaestro con estaca, malos alumnos saca.
Lo que más irrita a los tiranos es la imposibilidad de poner grilletes al pensamiento de sus subordinados.
ResponderEliminar(VALÉRY)
Toda tiniebla
ResponderEliminarguarda una lucecita
allá a lo lejos.
(RAFAEL BALDAYA)
El primer hombre que escuchó el silencio.
ResponderEliminarEl primer hombre que se asomó al mar.
El primer hombre que quedó perplejo
mirando el flujo de su propia sangre
manar en una herida,
ese hombre soy yo, eres tú, somos todos,
es cualquier niño que descubre el mundo.
(LORENZO OLIVÁN)