Nuestra Señora
de las causas imposibles que buscamos en vano,
de los sueños que nos llegan al atardecer
por la ventana,
de los propósitos que nos acarician
y que nos duelen
porque sabemos que nunca seran realidad.
Ven y mécenos,
ven y acarícianos
besándonos silenciosamente en la frente,
tan levemente que no sepamos que nos besan,
salvo por una cierta alteración del alma.
Ven solemnisima,
solemnísima y plena.
El cerebro humano no puede comprenderse a sí mismo. Para ello necesitaríamos un cerebro mucho mayor, que entonces tampoco se comprendería a sí mismo.
ResponderEliminar(JOSTEIN GAARDER)
El que de joven no trota, de viejo galopa.
ResponderEliminar
ResponderEliminarSólo fuimos capaces de reconocer el paraíso cuando nos expulsaron de él.
(HESSE)
ResponderEliminarLo ajeno siempre parece mayor y mejor.
(proverbio angoleño)
ResponderEliminarEn la hoja seca
que arrastra el río
viaja una hormiga.
(EMILIO GAVILANES)
ResponderEliminarQué humillación encontrarnos tú y yo después de 25 años. Qué vergüenza envejecer de golpe un cuarto de siglo.
(JOSÉ EMILIO PACHECO)
A más funda, menos enjundia.
ResponderEliminarQuien siembra malas pepitas recoge malas sandías.
ResponderEliminarEl que nace pobre y feo
ResponderEliminary se casa y no es querido
y se muere y va al infierno,
¡vaya juerga se ha corrido!