martes, 19 de octubre de 2010

No diremos mortales palabras (por José Saramago)

No diremos mortales palabras, sonidos
mojados de saliva masticada
que entre dientes y lengua se devanan.
Filtradas entre los labios, las palabras
son las sombras confusas, agitadas,
del vertical silencio que se expande.

8 comentarios:

  1. Estate quieto, Julián,
    no me toques el refajo.
    Si te quieres divertir,
    mete la mano debajo.

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  2. HAIKU DE BENEDETTI28 de julio de 2014, 21:12


    Van las muchachas
    cada paso más lindas
    y yo más viejo

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  3. Dios prefiere a la gente corriente. Por eso hizo tanta.

    (LINCOLN)

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  4. Entre farolas
    tres sombras diferentes
    tengo esta noche.

    (CUQUI COVALEDA)

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  5. Si dos personas están siempre de acuerdo en todo, puedo asegurar que una de ellas piensa por las dos.

    (FREUD)

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  6. Si coges de repente,
    en traje descuidado y negligente,
    a una dama en su cuarto, a una mozuela,
    la tendrás por sardina o por truchuela:
    tan seca, tan enjuta y estrujada,
    que menos es mujer que rebanada.
    Pero espérate un poco,
    que presto verás ninfa a la que es coco.
    Deja que salga a vistas por las calles;
    que aunque cien veces la halles,
    te has de decir, mirando a la doncella:
    -¡Vive Dios, que ya es otra aquésta aquélla!
    ¿Cómo creció una cuarta en un instante?
    ¡Hoy plenilunio ya, y ayer menguante!
    ¡Cabía ayer metida en cualquier cesto,
    y hoy no cabe en la plaza! ¿Cómo es esto?
    No te canses, Lucilo, en reflexiones;
    pues ¿no ves que se empina en dos tacones
    tan altos, tan iguales,
    que salen con bastón los carcañales (1)?
    ¿Y piensas se contenta
    con crecer por los pies? También intenta
    poner en la cabeza su cuarto alto.
    Da con la vista un salto;
    y verás el tupé, el jardín, el rizo,
    la mitad natural, la otra postizo,
    con el petiboné (2) medio al desgaire,
    pues todo es ganar tierra por el aire.
    Pero lo que te pasma
    (aun más que te admirara una fantasma)
    es verla tan anchota,
    que casi llena un juego de pelota;
    y dudas, al mirar el envoltorio,
    si es mujer lo que anda, o si es cimborio.
    Eres un monaguillo;
    pues ¿no ves que es milagro del tontillo (3)?
    Aquel que a las casadas
    sirve, entre otras mil cosas excusadas,
    pero en tal cual soltera, no muy lisa,
    es sin duda una alhaja harto precisa.
    -¿Para qué? -me dirás.
    Eres sincero;
    íbatelo a decir, pero no quiero.
    El tontillo a la flaca la hace gorda,
    y tal vez finge tórtola a la torda;
    porque son los tontillos nobles piezas
    para encubrir gorduras y flaquezas.
    Una mujer, en fin, con guardainfante,
    cátala convertida en elefante.
    ¿Haces ascos al símil? ¿No te llena?
    Pues por mí, más que sea una ballena.

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  7. (1) Carcañal:

    Parte posterior de la planta del pie.

    (2) Petiboné:

    de petit bonet: pequeño bonete (Especie de gorra, comúnmente de cuatro picos).

    (3) Tontillo:

    Faldellín [falda interior colocada sobre las enaguas] con aros que usaron las mujeres para ahuecar las faldas.

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  8. Cruzamos juntos
    sobre frágiles puentes.
    Pasos y dudas.

    (JOSÉ LUIS MORANTE)

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