viernes, 23 de mayo de 2014

Hacia destinos nuevos (por William Carlos Williams)

El descenso nos llama
como nos llamó el ascenso
La memoria es como
un logro,
una especie de renovación
casi
una iniciación, nuevos espacios abiertos
habitados por hordas
y por tanto, no implica
nuevas especies
pues su movimiento
se dirige hacia destinos nuevos
(aunque hayan sido abandonados)

Ninguna derrota se compone sólo de derrota, pues
el mundo que abre siempre es un lugar
hasta entonces
insospechado. Un
mundo perdido,
un mundo insospechado,
nos llama a nuevos lugares
y ninguna blancura (perdida) es tan blanca como
el recuerdo de la blancura

Con la tarde, el amor despierta
aunque sus sombras
vivas por el brillo
del sol,
somnolientas ahora se abandonen
al deseo
El amor sin sombras surge ahora
comienza a despertar
conforme la noche
avanza

El descenso
hecho de desesperanza
sin logros
cae en la cuenta
del nuevo despertar:
que es el revés
de la desesperanza.
Así, lo que no logramos,
lo negado al amor,
lo que hemos perdido antes,
se hace descenso
sin fin, indestructible

4 comentarios:

  1. "Ninguna derrota se compone sólo de derrota"

    Sólo por esto ya le doy un diez.

    ResponderEliminar

  2. Engarza en oro las alas del pájaro y nunca más volará al cielo.


    (TAGORE)

    ResponderEliminar
  3. Recordamos lo que nos emociona. Olvidamos lo que ninguna emoción nos suscita.

    ResponderEliminar

  4. Yo me enamoré de noche
    y la luna me engañó.
    Otra vez que me enamore
    será de día y con sol.

    ResponderEliminar

¿Te gustó el poema seleccionado? ¿Crees que merece estar en zUmO dE pOeSíA?

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.